Realizando movi

mientos desde el centro hacia arriba y al costado, he podido ver un poco de lo que pasa en mi vida fuera del Dojo. Una vez escuche a un compañero practicante decir sobre como trataba de llevar el Aikido al resto de sus actividades diarias, y sinceramente no pensé en ese momento que eso seria para mí. Y ahora, mas allá de algún movimiento que mi cuerpo haya asimilado, en ese movimiento de mi brazo puedo ver una línea de vida, sobre la cual se posan dificultades, y he aprendido que a las dificultades se las puede desviar, enfrentar e incluso llegar a comprender por qué se generan.
Lautaro Delgadillo (Eru)
2 comentarios:
Me gustó Lautaro san, felicitaciones!
Muy buena reflexiòn, yo estoy pasando por algo similar con mis pocas semanas de pràctica q llevo.
Saludos!!
Pato
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