jueves, abril 07, 2011

Awase


Una vez leí una frase de Ueshiba: “si crees que hacer aikido no es más que practicar llaves y derribar al adversario no has entendido nada. Aikido es una vía de comunicación con toda la energía del universo”. A ojos vista, es un poco exagerada, demasiado mística. Pero en medio de la práctica siempre me parece real, un poco un momento en dónde el ego desaparece y aparece eso que nos parece tan grande e inalcanzable. Y yo noto mucho de esto en la idea de Awase, una de las más acabadas dentro de las muchas que circulan sobre el tatami.

Sensei siempre nos dice que awase es “junto con”, la idea de armonizar con el o los compañeros e ir conjuntamente. No reniego de esta idea, ya que su dificultad nos obliga a entrenar muy duro (y esta dificultad se hace evidente al practicar armas con un compañero), pero me gusta más la idea de hacer awase con uno mismo. Tratar de serenarse, dentro y fuera del tatami, para expulsar el demonio interior que llevamos dentro.

Y de los conceptos dentro del aikido, este me parece el más importante para intentar trasladarlo fuera del dojo. Sucedió que nos juntamos a hacer una practica al amanecer y en interín tomábamos mate y comíamos un asado. En una de esas se armó una discusión muy interesante sobre el sistema de medicina en Cuba y estuvimos dándole a la lengua largo y tendido innecesariamente (pero muy gratificantemente) ya que desde el vamos los tres principales actores de esta discusión estábamos de acuerdo. Solo que no hicimos awase, no esperamos a ver que tenía el compañero para decirnos sino que antes de que argumentara ya estábamos listos para retrucar “no, pero fijate que…”. En situaciones como estas, es difícil dejar el ego de lado. Siempre tenemos alguna reflexión importante que hacer (yo estoy escribiendo esto ahora). ¿Y qué nos queda? Primero, entender que nos falta awase con los compañeros fuera del tatami. Segundo, seguir practicando, seguir practicando, seguir practicando...

Kanpai.