viernes, septiembre 09, 2011

La Lección del Agua (2da Parte) Aplicación


1º- Mizu-no-kokoro. El espíritu debe permanecer siempre tranquilo como la superficie de un lago en calma. La actitud tranquila que se debe adoptar frente al adversario, para percibir todos sus mensajes y actuar en el momento preciso. Cuando la mente está preocupada por miedo, rencor, cólera, etc. No capta bien los estímulos externos y reacciona anormalmente, por debajo de sus efectivas posibilidades.
2º- La no-resistencia. Oponerse a una fuerza superior es antinatural y por tanto el fracaso es seguro. Actuar "a favor y con..." esa fuerza es lo que nos enseña el agua que debe hacerse. Nunca oponerse frontalmente al adversario, antes bien, aprovecharse de su energía y de su acción.
3º- Adaptabilidad constante e inmediata, sin preguntar previamente, sin protestar, sin poner condiciones, saber adaptarse a cualquier movimiento del otro, y sin contrariarlo, descubrir la forma de neutralizarlo constantemente, cualesquiera que sean sus reacciones.
No es fácil conseguir que el cuerpo y la mente actúen al unísono con la fluidez del agua, pero es un aspecto sobre el que se debería insistir más en la práctica del Aikido.
4º- Cuando realizamos una técnica y el otro se resiste o la esquiva no hay que seguir insistiendo para concluirla por la fuerza, sino entender que es inmediatamente preciso y necesario "buscar sin dilación por otro sitio.
La resistencia o la esquiva del otro llevan implícito este mensaje:
"por aquí no puedes, pero se ha creado una nueva oportunidad si no te detienes y sabes descubrir la nueva dirección".
5º- Saber ceder para unirse (integrarse) a la acción del otro, en su misma dirección y así hacerse dueño de la fuerza resultante para dirigirla a nuestra conveniencia a partir del instante del encuentro.
6º- Nos muestra la actitud que conviene adoptar en la práctica, y en la vida ordinaria, de acción en potencia dentro de la calma, superando las barreras de la inercia o la sorpresa.
La vigilancia ha de ser constante y natural, y la disponibilidad inmediata.
7º- Es difícil y costoso actuar directamente sobre la masa corporal del oponente, pero si abordamos la acción por el punto más débil, como la mano o el brazo, sometiéndose a un movimiento espiral (torsión) que afecte progresivamente las articulaciones hasta llegar al tronco, conseguiremos "vaciar" (proyectar) su cuerpo por el camino más fácil.
8º- Repetir, repetir, repetir una y otra vez las mismas técnicas, los mismos gestos, las mismas actitudes, sin importar nuestra debilidad o ineptitud actual. Aquel que sea capaz de perseverar como la gota, alcanzará el dominio de los principios y las técnicas de Aikido.
9º- La trayectoria de onda ya sea en plano horizontal o vertical, permiten desequilibrar y dirigir al oponente con mucha más facilidad, menor gasto de energía, y menos posibilidades de resistir o adivinar a dónde se le lleva.
10º- Ofrecer el vacío a todas las acciones del oponente, no mantener la masa del cuerpo ni en el lugar, ni en el momento que otro ha elegido para atacarnos. Escapar por donde no espera y volver contra sus puntos débiles con toda la potencia creada por el cuerpo en movimiento.

José Santos Nalda


"En el combate tú debes ser el agua, que posee la fluidez y el adversario, es la roca"
Morihei Ueshiba

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