lunes, octubre 03, 2011

¿Por qué practicamos?

Buenas gente,
Si se fijan en el texto “Desde afuera” escrito por Nahuel en este mismo blog verán un comentario parecido a esto: el sensei muestra una técnica, dice ikkyoonegaishimasu y cada quien ejecuta la misma como le sale; no hace mucho el sensei dijo en clase que le gustaría que (desde naranja para arriba) se hiciera lo que el muestra, no lo que se tiene ganas: esto es, si mostró la variante 3.2.1.3 de Ikkyo, no hagan la 3.1, ni la 3.6, ni la 18.4.7 o cualquier otra, sino la que se mostró. Luego, creo que está también en el texto de Nahuel (o en el que escribí yo, de nombre Omura), Raúl comentó algo acerca de que vamos a la práctica de aikido por el placer de la práctica y no por ninguna de las razones filosóficas que solemos decir que usamos (“pienso aikido, respiro aikido, vivo aikido” de J P Fava). Ayer, Silvia me preguntó para qué pasábamos el trapo si igual quedaba hecho una mugre (un rato antes, Ayelen dijo que ella iba a pasar el escobillón porque con el trapo solo quedaba hecho una mugre). Para mí, todo esto está conectado. Es todo parte de una misma cosa, esa cosa que llamamos Aikido. Yo pienso igual que Fava, e igual que Raúl. Y si se fijan en la referencia que hizo Eze en su último post a unas palabras de O-sensei, superados los 6 meses podés practicar indefinidamente. ¿Qué estoy tratando de decir? (Eso, ¿qué estoy tratando de decir?). Pienso que no hay una razón por la que practicamos aikido sino que simplemente practicamos aikido. Esto parece una obviedad (o una estupidez) pero dijo Schlegel que todas las grandes verdades son triviales. Entonces, ¿por qué practico aikido? (paso a singular, que no sé si puedo realmente generalizar esto) o ¿por qué limpiamos el tatami? Por la misma razón que debemos dejar los zapatos mirando hacia afuera del tatami cuando estamos en la práctica: para simbolizar el hecho de dejar los problemas del mundo cotidiano afuera. Porque cuando entro al tatami, paso a modo Patricio-insoportable-aikidoka (fuera siempre estoy en modo Patricio-insoportable). Es como si te metieras en la burbuja del aikido y fueras otra persona (pero no para ser otra persona: solo sos otra persona). En mi caso, la misma persona de fuera, con la bolsa de tragedia y la lista enorme de defectos a cuestas, pero distinto. Ser otro dentro de uno mismo. ¿Para qué practicar, para qué limpiar? Solo porque sí. No para filosofar sobre ello, no por el placer de practicar, no para encontrarte con un grupo copado de gente, no porque Iriminage omote es una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida, no porque prefiera usar el escobillón de casa como jo para practicar los kata en lugar de usarlo para barrer, sino solo porque sí. No niego ninguna de las otras razones, que considero todas verdaderas, sino que digo que ese espacio físico de 8 x 12 planchas de goma es otra cosa. Entiendo que la gente no me entienda cuando divago de esta forma. Es difícil escribir estas cosas cuando no sabés muy bien a dónde vas. Pero creo que ese dojo es el lugar en el que más me siento que pertenezco, o el lugar en dónde puedo ser cualquier clase de insoportable que igual está bien. ¿Por qué practicamos? No lo sé. Pero practicamos. Y por eso,

kanpai

Patricio (30)
4to kyu

1 comentario:

Naueru dijo...

Buenísimo el texto. Estoy de acuerdo con que no se puede generalizar el por qué hacemos algo. Todos tenemos razones particulares. Aunque en cada ambiente tiende a generarse una común, la verdadera razón es personal.