sábado, octubre 02, 2010

Filosofía, caracter, práctica

En varias discusiones que he tenido con Ruslan, siempre puntualizó el que no había sinceridad en el dojo. En como efectuabamos los ataques y su concomitante impacto en la técnica subsecuente. En esto siempre he estado de acuerdo, y es muy fácil de verlo. Un ejemplo es cuando uno hace un ikkyo y reduce al uke, y luego le tiene que aplicar una segunda técnica, que lo envía en la dirección contraria. Si el uke, en el suelo y rendido después del ikkyo no intenta levantarse, aplicar una segunda técnica no solo es complicado e innecesario (¿para qué levantar a un adversario a quien te preocupaste en derribar?) sino que a veces hasta parece ortopédico. Ésta es la falta de sinceridad de la que hablaba Ruslan.
Y yo que siempre intento atacar de forma sincera, que trato de no regalar nada en la medida de lo posible y que busco levantarme del suelo cuando veo que la contratécnica lo está pidiendo, no podía transladar desde un entendimiento teórico del concepto al tatami lo que Ruslan declamaba.

Y no fue que hoy el sensei nos pidió que mejoraramos nuestro ataque para llegar a dónde teníamos que llegar y no que solo lo pretendieramos y la diferencia se hizo obvia, y el paso a seguir, evidente. No era una cuestión de caracter como solía pensar (esto es, al ruso le salía no solo porque pensaba en el concepto sino porque es un cabeza de mancuerna) sino que la técnica es necesaria. Ya tenía el concepto, no sé si algún día tendré el caractey y ahora tengo la técnica, así que, como me dijo Ruslan cuando se lo comenté: sigamos practicando.

Y ya que estamos, quisiera acotar que entiendo esto como el awase dojo - practicante del que hablaba Juan Pablo. Tanto darle vueltas en mi cabeza al asunto, y no va que el sensei cortó la niebla de la duda de un bokenazo. Buenisimo. Muchas gracias a todos.

Kanpai!
Patricio

4 comentarios:

Naueru dijo...

Es cierto que no solemos atacar sincero. Lo que yo noto, por lo menos en mi caso, son varios miedos juntos que no me permiten actuar libremente.
Principalmente: Si voy muy fuerte, rápido y profundo puede que no logre frenar mi ataque y lastime a nage, o puede que nage tome toda esa energía y me lastime no pudiendo controlarla.

Considero que el camino para perder estos miedos está en el texto "Irimi (Elegir la muerte es vivir)" de Fava senpai.

Juan Pablo Fava dijo...

Personalmente creo que muchas veces el ataque no es 100% sincero porque en Aikido uno "sale como entra", si entra fuerte, sale fuerte y uno no confía en sus habilidades "ukemisticas". Es verdad: sigamos practicando. Ha! me tome el atrevimiento de ilustrar tu texto con la La gran ola de Kanagawa
Kampai!

r.- el corre ambulancias dijo...

tambien es realidad que si uno va a atacar sincero, avisaria qeu va a atacar con la derecha, con shomen,un solo golpe y no una seguidilla etc, etc...?
no, ni en pedo

la velocidad en el ataque es consecuencia directa de la practica.
si los 8 kyus quieren atacar como salvajes se van a romper la crisma contra el tatami
y tambien, puede que zafes de ser golpeado. pero zafar del golpe realizando algo que se parezca minimamente a una tecnica de aikido, mmm.

Patricio dijo...

Bueno, si vamos al caso Raúl, yo no atacaría ni nada, me quedaría parado como un pasmarote llegado el caso... yo solo hacía referencia al intención de practicar de forma honesta... esto incluye muchas cosas, no solo los ataques