sábado, marzo 31, 2012

Daniel Picciola Sensei Cumple 10 años enseñando!

Daniel Picciola Sensei cumple 10 años enseñando Aikido y compartio unas notas en la página oficial de Aikido Union Argentina.











jueves, marzo 22, 2012

AKI 2012

¡No se pierdan la jornada de otoño 2012!


jueves, marzo 08, 2012

Aikido al amanecer

Hagamos un derrotero del seminario de verano en Ashram Abasto.
Fui un viernes, un poco tarde. Charlamos, unos mates, carpa. Estaba pensando en otras cosas: cosas del laburo, cosas de la organización de la fiesta, cosas. Como dormí en la carpa de Ruslan, pensé que charlaríamos como la vez anterior, pero evidentemente me equivoqué.
Pésima noche: mosquitos, calor, después frío, dormí sumamente incomodo.
Me levanté sin problemas 15 minutos antes de la hora prefijada (nunca tuve problemas para eso). Y me levanté con el pie izquierdo y un dolor nuevo y desconocido (que persiste hasta hoy, cada vez que me levanto) en la cadera.
Empezamos a practicar. Estaba cansado y mala onda. El aura de “odio el mundo” que dicen que tengo estaba en mí impidiéndome ver lo que veía. Pero lo veía. Y lo oía.
Entonces sensei pidió que hiciéramos nuestro propio kata de jo de hasta 6 movimientos, y que lo estudiáramos. El mío no era muy complejo, y tenía alguna reminiscencia al kata de 31 movimientos. Este ejercicio fue excepcionalmente largo, y el aura me rodeaba. Estaba frustrado. Corregía mis tsukis, y me quedaban arriba los hombros; corregía los hombros, salía mal; corregía la salida, mi bloqueo no existía; bloqueaba mejor, y metí la pata en el hoyo (literalmente).
Empezó a verse un poco más, los gallos se callaron. Y todo estaba muy calmo, y hermoso. Y mi formación profesional me tiraba para el lado de la crítica. Pero la belleza es la belleza.
Desayuno. Charlas, prácticas, creo que acá fue cuando le machuqué el dedo a Nahuel con un ken. En la segunda clase practicamos un poco con mano vacía y un poco con armas. Me puse a practicar con Paula. Hacía mucho tiempo ya desde la última vez que practiqué con Paula. O sea, digo, que practiqué con Paula. O sea, dejó de ser el cuerpo de Paula haciendo alguna cosa (practicar aikido) y pasó a ser la persona Paula practicando aikido. Entonces ahí empecé a practicar aikido. Después vino Dani y nos dijo que no hagamos todo lo que yo le estuve diciendo a Paula que había que haber hecho.
Después todo fue cuesta abajo. ¿Dónde quedó el aura? El aura no existe, son ustedes lo que dicen que yo odio al mundo.
Después practicamos con la makiwara y fue genial.
Después practicamos libre, des-pa-cio. Hice los 100 suburis que no había hecho cuando sensei los pidió en el dojo (aunque dije que los hice); con Lautaro sacamos el fumikomi happo tsuki con sable.
Después no me acuerdo mucho. Ruslan y Dani cataron vinos a la noche, y puede que me haya entonado un poco. Filosofé un poco (solo un poco) y se sintió B-I-E-N.
El domingo me desperté aún peor de la cadera y decidí que no quería hacer la clase de la mañana. Dije NO. (Otro beneficio añadido del aikido: poder decidir sobre si tengo ganas de practicarlo o no).
Después me fui al campo de Nahuel, mi viejo se cayó de una moto y se quebró tibia y peroné (sigue ahí) y otras cosas. Eso no importa.
Recuerdo que le dije a Papas: mi profesión se opone a todo lo que veo, pero este lugar es hermoso.
Y el aikido está ahí para armonizar dentro de cada uno estos ruidos.

“¿Qué es eso que tira de ti en todas direcciones y a la vez te mantiene unido? Tu alma.”
Jeff Loeb

“Es propio de los espectáculos sublimes apoderarse de todas las almas y convertir en espectadores a todos los testigos.”
Victor Hugo

Es por esto que cuando al sensei se le da por agarrar a un uke y revolearlo por todo el tatami uno mira a sus compañeros alrededor y los ve sonreír; es por eso que cuándo el sensei lo agarra a uno y lo revolea por todo el tatami, uno se siente sonreír a sí mismo.

Aikido, Onegai shimasu
Patricio Pereyra
3er Kyu