martes, agosto 31, 2010

Sangen: Triángulo, Círculo y Cuadrado

A partir de una de las preguntas que tuve que preparar para mi examen de 2º Kyu, comencé una búsqueda donde me tope con cosas muy interesantes. Al principio lo vi como el costado filosófico o esotérico de Aikido pero lo cierto es que al momento del examen no comprendía mucho que eran "los símbolos de Aikido". Es más cuando fui cuestionado en este aspecto por el Sensei debo reconocer que hice agua.... o al menos no respondí como me hubiera gustado. Pero encontré una cita de O'sensei que echo un poco de luz al tema: "entrar como un triangulo, ejecutar como un circulo, y terminar como un cuadrado". Hablando técnicamente se me represento inmediatamente Ikkio ura - shomen uchi.
Es fácil ver  un hanmi triangular ofreciendo un solo costado a Uke, agudo como una katana listo para entrar profundo y veloz. Ejecutar Ikkio ura de forma circular y terminar abajo aplicando una retención aplomado como un cuadrado. Los símbolos comenzaban a tener sentido para mi o por lo menos a representarse en cosas tangibles.

Luego fui descubriendo que las formas están presentes en toda la naturaleza de esta manera cada una puede representar diferentes cosas:

Triángulo: gas, aire,  inicio, creación, procreación, ryutai, inhalación, yin, hombre.
Círculo: líquido, agua, ejecución, desarrollo, jutai, apnea, yin/yang, cielo.
Cuadrado: mineral, roca, fin, gotai, exalación, yang, tierra.

La lista es infinita, estos son solo algunos ejemplos de la regla de "triplicidad" o Sangen.

La palabra Sangen significa tres orígenes "Masakatsu" que es la victoria real, "Agatsu" que es la victoria sobre uno mismo y "Katsuhayahi" la victoria a la velocidad de la luz, que se podría interpretar como al hacer la técnica de forma "perfecta" el tiempo ya no es un factor determinante. Cuantas veces he leido a O'sensei hablando de la detención del tiempo...

"Cuando el triángulo, el círculo y el cuadrado se unen en una rotación esférica con el Ki, todo se vuelve claro y aparece Aikido"

 Creo que no hace falta citar la fuente....

Y para finalizar quiero comentar algo que no deja de sorprenderme que es el sentirme awaze con el Dojo y el esperar respuestas que comente en mi artículo sobre Ki Musubi No Tachi. La clase pasada estabamos practicando Kokyuho - Ryotedori la idea era hacerlo relajado, hacerlo fluir. La indicación de Sensei fue "entren en su centro como agua" ahí apareció la figura del circulo, que es la ejecución dela técnica y ni mas ni menos que el líquido y el agua. Esto fue lo que me llevo a escribir este artículo.

Y voy a citar un comentario que dejaron hoy en otro artículo mio: "Las respuestas siempre van a estar, es verdad que hay que saber esperar y si un Dojo con sus practicantes y su sensei hacen que encuentres tus respuestas ,es que encontraste el lugar para preguntar. " Creo que esto da el cierre perfecto. Sayonara!

jueves, agosto 12, 2010

Aikido es verse en el otro.

A ver qué opina Silvia (Psicóloga y practicante de Aikido) de esta reflexión. Y qué opinión tiene Ezequiel (Comunicador Audiovisual igual que yo; y también Sensei de Aikido).

Por lo menos en lo que a mi respecta, el aikido tiene que ver con la imagen.

Muchos llegamos al Aikido a partir de una imagen en la televisión o una película, y por qué no una foto o una ilustración. En mi caso tengo presentes dos de estas variantes: el haber visto un especial de artes marciales en un canal de Documentales y que el Aikido me pareciera algo diferente… a ver qué dice Nahuel (practicante de Aikido; y también Sensei de Karate); también en un fichero de los deportes aparecía el Aikido en primer término (por estar ordenado alfabéticamente) y hablaba de las cualidades principales del mismo: elasticidad, coordinación de movimientos, velocidad (estos breves textos iban acompañados por unas ilustraciones bastante espectaculares, de esas que muestran una hakama volando junto con su dueño).

Volviendo a la comparación: en una imagen existe una dinámica, una composición, un equilibrio (y un desequilibrio), un modo de lectura y una interpretación.

Pero lo más significativo para mí es que el Aikido se manifiesta permanentemente como un espejo.

Es verse en el otro desde las diferencias, la simetría, la oposición. Y es “verse” en el sentido literal (de ver con los ojos) pero por sobre todo “verse” a partir de nuestros sentimientos, pensamientos y a través del propio cuerpo. Todo esto parece ser el verdadero lenguaje del Aikido (por eso nuestro Sensei nos dice que hablemos poco… como los japoneses).

La imagen está presente siempre: la superficie del tatami, el retrato de O’ Sensei que nos observa. Nos vemos reflejados en aquellos practicantes que recién se inician, y notamos nuestra propia evolución desde aquel tiempo a esta parte, que tiene que ver con encontrar la forma, el equilibrio, lo duro, lo blando, lo cuadrado y lo esférico. Para eso miramos a otros “colores”, los de los practicantes más avanzados. Cada uno tiene su propia forma.

Así confluimos en ese espacio que es el Dojo, diferentes edades, ocupaciones, inquietudes. Y nos volvemos uno cuando hacemos un kata con bastón “como un equipo”, suele decir nuestro Sensei Daniel Picciola.

Diego Pérez Venturino